Acción directa, para construir cambios e inspirar

Encuentro con Flavia Broffoni

Te recordamos que #blogcervus es un espacio de conexiones con otredades que nos inspiran, nutren e invitan a reflexionar en torno a nuestras relaciones/vínculos con otros seres no humanos. Un lugar para acompañarnos mutuamente, una mirada amable, resiliencia. Que sirva de red de apoyo en los procesos de duelo y transformación hacia un camino posible. 

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Este encuentro es un acercamiento a Flavia Broffoni, a quien considero, una de las voces más relevantes del activismo en Argentina. Flavia es activista, politóloga, especialista en relaciones internacionales, política ambiental y desarrollo regenerativo. Autora del libro Extinción (Sudamericana, 2020). Oradora en TEDx Río de la Plata. Co-fundadora de Rebelión o Extinción Argentina @xrargentina

Flavia Broffoni
Flavia Broffoni

Para quienes aún no se detienen a profundizar en el tema, vamos con tres puntos claves para entender la crisis climática: 

—En cuanto a la crisis climática creo que los conceptos clave que debemos manejar, son los de la irreversibilidad de algunos procesos. Es decir, con 420 partes por millón de dióxido de carbono equivalente ya acumulado en la atmósfera, hay algunos procesos ecosistémicos de degradación que inevitablemente van a ocurrir. Como por ejemplo el derretimiento de los polos. Y en este sentido, la política pública lejos de estar mirando el problema a la cara y adaptarse a una situación, que es en este punto inevitable, sigue sosteniendo la posibilidad de una transición energética que mitigue los principales efectos de la crisis climática, cuando eso no es posible.

Ahora, ¿debe eso desalentar el trabajo de tomar acción climática frente a la descarbonización? No, todo lo contrario, y ese es el segundo punto, es urgente salir de la matriz fósil, pero sin que la solución facilista de las energías renovables nos quite el foco de la mirada sistémica. Es decir, no solo hay que buscar reemplazar la mayor parte de la matriz eléctrica basada en hidrocarburos por renovables, sino que hay que entrar en un proceso voluntario de planificación del decrecimiento, porque es técnicamente imposible reemplazar al petróleo y al gas como fuente de abastecimiento energético, de acuerdo a la forma en la que la economía actual está organizada.

El segundo punto sería: transicionar hacia la descarbonización, pero teniendo en cuenta que va a ser necesario un proceso de redistribución de la disponibilidad energética para garantizar condiciones de igualdad, y que eso inevitablemente va a traer aparejado un proceso de decrecimiento del volumen total de la economía.

Y como tercer punto: quizás sea entender el rol que juega la regeneración de los ecosistemas en la adaptación climática, es decir, el peor peligro que presentan los impactos del aumento de la temperatura global son forzar a los ecosistemas a llegar a puntos de inflexión. Momentos de quiebre en el que empiezan a entrar en bucles de retroalimentación positiva, acelerando todavía más el proceso de calentamiento. Un ejemplo de esto, es el derretimiento del permafrost a partir del cual se liberan grandes cantidades de metano, y con este punto de inflexión atravesado, empeora todavía más el ciclo de calentamiento.

Flavia es co-fundadora del movimiento XR Argentina (Rebelión o extinción) un movimiento de desobediencia civil pacífico, que tiene como primer grupo local el desarrollo estratégico en Inglaterra, pero que rápidamente, al no ser una ONG ni tener empleados, ni tener una estructura institucional centralizada, migró hacia formatos de grupos locales autoorganizados en la mayor parte de los países del mundo. En el caso de Argentina, hay 17 grupos locales en la actualidad, pero con mucha dinámica de funcionamiento.

—XR No es una ONG y no es un grupo ambientalista, es un movimiento que considera que, en un contexto normativo en donde las leyes amparan la profundización de los extractivismos y la aceleración de la crisis climática, lo justo parecería ser buscar la legitimidad, aunque eso sea ilegal, mediante la acción directa no violenta. 

Generar instancias de disrupción, idealmente económicas, en aquellos sectores que hoy están avanzando sobre los territorios, sobre el clima y sobre las demás especies.

Durante estos 4 años que ya lleva el movimiento actuando en Argentina, hubo muchas mutaciones. XR es un espacio que hizo de la acción directa, una práctica casi profesionalizada y está al servicio de las luchas territoriales anti-extractivistas. 

Yo creo que la misión actual de XR, es poner al servicio de quienes vienen resistiendo en los territorios el avance del extractivismo, aquello que quizás podemos hacer mejor desde los diferentes sitios en los que nos encontramos. Y muchas veces, desde la ciudad de Buenos Aires, que es donde funcionan la mayor parte de las oficinas corporativas.

XR tiene tres demandas en términos globales y cualquier persona puede formar parte del movimiento, siempre y cuando se enmarque en 10 principios de actuación vinculados a la no violencia. 

Estas 3 demandas son: 

1.Una exigencia a los gobiernos a que digan la verdad, tan sencillo como suena. 

2.Que declaren la emergencia ecológica y climática y que actúen en consecuencia, es decir, planificar un proceso de descarbonización de la economía en simultáneo a que se regenere la biodiversidad, y en tercer lugar, y quizás la demanda más importante es:

3.Abrir la democracia, generar mecanismos de participación ciudadana que sean vinculantes para planificar esta transición que, ya como dijimos antes, es inevitable.

Si te has preguntado qué hacer o de qué manera empezar a moverte o hacer redes y no sabes cómo, acá te dejamos una opción para comenzar a salir del lado de espectador. Te puedes unir a un grupo local y conocer las acciones del movimiento XR, según el país donde te encuentres en @extinctionrebellion

¿Cuáles consideras que son las acciones que pueden ser más efectivas? ¿Las acciones directas no violentas, tienen resultados favorables?  

—La acción directa no violenta es una metodología, y dentro de esa metodología, la desobediencia civil podría ser una táctica. 

La acción directa, lo que plantea es reducir los niveles de dependencia que el sistema generó alrededor de la lucha socioambiental y pasar directamente a la acción sin intermediarios. Se puede manifestar en diferentes ejemplos: de artivismo, de disrupciones más radicales, de intervenciones en espacios en donde el poder no espera ser retado, etc. Y en base a la experiencia histórica, de cómo han catalizado las acciones directas, movimientos masivos que conformen lo que se necesita para empujar al poder a construir cambios paradigmáticos.

En su momento y cuando empezamos, era el famoso 3% en base a unos estudios de cómo funcionó la desobediencia civil a lo largo de la historia, para empujar al poder a transformarse, de Erica Chenoweth y María Stephens. Eso fue también mutando, a lo largo del tiempo en base a la experiencia y a la necesidad de no fetichizar nuestras propias tácticas.

Y cuando miramos a lo largo de la historia, pequeños grupos tomaron cartas directas en el asunto, respecto a una agenda de resistencia, léase en la agenda ambiental o en cualquier otra agenda. Derechos civiles en Estados Unidos es un claro ejemplo, independencia de La India con Gandhi es otro, aquí en Argentina, la resistencia a la instalación de proyectos extractivistas como la planta de Monsanto en Córdoba, la habilitación de la mega minería en Chubut, es decir, instancias en las que la ciudadanía a pesar de no tener el marco legal de su parte, le exigió, mediante la ocupación territorial, mediante el bloqueo de rutas, mediante el bloqueo de obradores, mediante la interrupción de los flujos que abastecen a las construcciones de mineras, lograron que se revirtieran proyectos, que desde la política pública parecían ser inevitables.

«La acción directa cumple un rol pedagógico, también de denuncia pública, y lo que busca no es, mediante la acción en sí misma exclusivamente construir el cambio, sino inspirar».

—Pareciera ser que, en este punto de la historia, la agenda socioambiental más que forzarla, hay que inspirarla. Yo creo que ahí hay un gran valor, que la acción directa tiene en construir empatía, sobre todo en esta lucha que no tiene intereses de parte de quienes participan, más que la propia nada, el interés colectivo, la verdad.

¿Existe formación para activista? ¿Cómo formarnos para saber de qué manera actuar? 

—En relación a la formación de activistas, yo creo que primero no existe, a pesar de que de alguna manera, yo sostuve dos espacios de grupos de formación para activistas, era una manera de aproximarse a lo que puede llegar a ser el activismo.

Si yo tuviera que decir qué cualidades, probablemente revista el activismo hoy, creo que existen más activistas que ni siquiera se autodenominan como tales, de los que quizás sí. 

Lo que sí sucede dentro de la agenda socioambiental es que, hay algo alrededor de la información empírica, que es necesaria de adoptar en el caso de que se quiera esgrimir argumentos, para justificar nuestra acción desde la legitimidad. Entonces, no es lo mismo para darse contra el avance del agronegocio, denunciando las consecuencias de los agrotóxicos sobre las comunidades y sobre la biodiversidad y probando que tal cosa sucede, que sin eso.

Durante muchos años, a les activistas les llamaron hippies falopa, ambientalista falopa y hoy la verdad es que, teniendo toda la información empírica, que no es la única que vale, pero está presente y es parte del sistema de legitimación cultural de nuestro lado, yo creo que es importante, tener cierta base de formación para poder justificar nuestro accionar, no desde un lugar de superioridad moral, sino desde lo que las ciencias indican. Y desde ese lugar, está claro que la acción radical urgente es necesaria y toda la información y los datos empíricos lo sostienen, desde ese lugar el activismo tiene una gran bandera a su favor.

Y luego, las cualidades del lado de les activistas, radican en la propia biografía de cada quien y el territorio que habita. No es lo mismo hacer activismo en la ciudad de Buenos Aires, con las protecciones legales que se tiene siendo clase media blanca privilegiada, en muchos casos formada, que hacerlo en un contexto territorial rural, en donde muchas de las garantías que se pueden llegar a tener en este, en la ciudad de Buenos Aires, no están dadas. 

«La lectura de contexto, tanto para la realización de acciones directas como para la formación de un activista, es lo más importante de todo el contexto siempre determina la acción y la lectura de contexto para mí, es la cualidad más importante que tiene que tener una activista.»

En medio de un año electoral en Argentina, donde reina la confusión e incertidumbre ¿qué diferencia hay entre no ir a votar y votar en blanco?  

— No ir a votar y votar en blanco, son normativamente bastante diferentes. En Argentina, el voto es obligatorio desde lo normativo y la ausencia frente a las urnas, muchas veces puede denotar falta de interés. El voto en blanco es un voto válido, es un voto emitido y válido que lo que está diciendo es que, ninguna fuerza política te representa.

De existir, cosa que nunca sucedió, una mayoría en el recuento de votos asignada al voto en blanco, se deberían repetir las elecciones y los partidos deberían cambiar sus fórmulas electorales, frente a lo que se lee como un desacuerdo con la propuesta de los partidos. 

El voto en blanco, lo que dice es: yo creo en el sistema democrático representativo (esto podemos creer o no en él, yo estoy diciendo lo que es) no creo en este sistema democrático representativo, pero creo que ninguna de las fórmulas que los partidos me representan, entonces lo que pido es, repetir la elección con otra propuesta electoral y si el voto blanco fuera mayoría, se deberían repetir las elecciones. 

Existe una tercera alternativa al no votar o votar en blanco, que es impugnar el voto, en donde no entra en el recuento ese voto. Eso sería lo que técnicamente ocurre con la cuestión del voto.

Le consultamos a Flavia, fuentes confiables y medios para informarnos, dejamos por acá una lista y al final sumamos otras.

La Agencia Tierra viva, Revista Mu, Revista Cítrica Sudestada y periodistas particulares que trabajan mucho en estos temas. Patricio Eleisegui, Darío Aranda, mismas fuentes desde los propios territorios que ahora se conformaron, Agencia Telúrica, Sisas, las propias organizaciones, el Movimiento de Mujeres Indígenas por el buen vivir, las asambleas autoconvocadas. Es decir, todo lo que venga de la fuente es lo más cercanas al territorio posible. En general es lo más fidedigno. Lejos están de ser fuentes fidedignas, los medios hegemónicos en este contexto.

Y si no sabes por dónde empezar a actuar y te sientes solx, seguramente ya en tu barrio hay un grupo activo en movimiento haciendo algo, conecta con gente copada y como dijo Flavia: juntate con otrxs y hacé.

La salida es colectiva 🙌🏼

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