Daniela Dominguez, herborista y amante del Reino Vegetal

“Llevo diez años estudiando sobre plantas. Primero me vinculé con ellas desde un punto de vista más científico, para luego conectarme con ellas como un despertar espiritual”

Así se presenta Daniela en su página web, quien cree firmemente en que el vínculo con la naturaleza, es una terapia de autoconocimiento y sanación. Yerbatera e investigadora incansable, un perfil muy interesante para conectar.

¡Esperamos que disfruten esta nueva conexión!

Daniela Domiguez
Daniela Domiguez
¿Cómo llegaste al Herborismo?

¡Ay esta es una linda pregunta, con difícil respuesta! Creo que más que llegar a las plantas ellas me encontraron a mí…

Viví toda mi infancia en un pueblo de llanura y río, con mucha presencia de la naturaleza, siempre admiré su potencia y la forma que tiene de aquietar mentes y regular emociones.

Si tengo que pensar en un momento o en un cómo llegue especialmente a las plantas medicinales, no se si lo hay, pero que fue en una búsqueda interna seguro. Hay algo de la Herbolaria que me atrapa, que tiene que ver con el entramado tan grande que tenemos con ellas a lo largo de los años, como se teje con nuestra cultura, nuestras prácticas, nuestras tradiciones. Las plantas están siempre ahí, por lo que también relacionarse con ellas lleva a un camino de búsqueda interna.

Pasé por muchos espacios guiada por el pulso de aprender desde la universidad, talleres de plantas, personas a quien admiro y respeto montón, hasta viajes que creo que sembraron en mí una semilla profunda de conexión.

¿En qué consiste la formación Herbolaria? ¿Qué utilidad tiene?

La formación es la destilación de once años de estudios y prácticas con plantas. En ella vuelco todo lo que me hubiese gustado tener cuando comencé y comparto una visión del trabajo herbal, siempre abriendo a que cada quien teje y construye su propio camino en base a la vivencia. Mi intención está muy puesta en la autogestión de la salud, en que luego de la formación puedan tener un registro de su propio cuerpo y tengan herramientas para transitar desequilibrios. Saliendo del paradigma de que una planta se usa para tal cosa y empezando a ver a la persona y a la planta como seres completos que se unen en un vínculo. 

Todo esto se aplica tanto para tratamientos propios como para otras personas.

¿Qué recomendación das a quienes desean fortalecer su vínculo con la naturaleza?

La vivencia. Todo está ahí. Muchas veces pasa que buscamos validación externa, que alguien nos diga que vamos bien, que por ahí es. La Naturaleza no valida, es.

Siento que tenemos sed de naturaleza porque nos desconectamos fuerte de ella. Nos desconectamos de nuestra parte mamífera, animal, que suda, que huele, que intuye y vive el presente. La Naturaleza es nuestra maestra directa.

¿Consideras que lo espiritual o chamánico va ligado al herborismo?

Somos seres espirituales claro, pero es importante recordar que estamos atravesando una experiencia terrenal, una cosa sin la otra pierde el sentido.

Siento que las plantas unen estos caminos. Nos recuerdan que tenemos un cuerpo, que hay un mundo más allá del que creó nuestra mente, que hay una vida por vivir con todas sus emociones. Nos acompañan de una forma que reconocemos y resonamos porque desde siempre están ahí. Desde siempre. Algunas tienen temperamentos más suaves, otras más fuertes, pero todas son aliadas. El tejido que trazamos con ellas a lo largo de los tiempos puede ser una gran fortaleza ante el olvido.

¿Qué material extra aconsejas para fortalecer este saber? (Ya sea, libros, documentales, lugares)

Hay una serie disponible en YouTube que se llama «Plantas de poder»1, siento que por ahí es un lindo camino. También recomiendo mucho ver vídeos y leer los libros de dos herboristas que admiro montón, una es Rosemary Gladstar2 y otro Stephen Harrod Buhner3.

¿Algún ritual mágico personal que desees compartir?

El ritual del árboles uno de los que más me ha ayudado a mí y a distintas personas, y aunque hoy le pongamos el nombre de ritual, es más una práctica vincular. Consiste en buscar un árbol, uno. Ya sea en una plaza, bosque o en la naturaleza y visitarlo todos los días, tomándolo como un tiempo para conectar con vos y también con ese ser. Sentarse al lado, abrazarlo si con los días lo sentís, hablarle o simplemente ir a verlo y estar.

Esta para mi es una práctica simple, pero poderosa donde empezamos a conectar con otro lenguaje que no es el verbal. Ese lenguaje hablábamos antes y una parte de nosotros todavía lo recuerda.

Podemos recurrir a esta práctica cuando buscamos reencontrarnos con nuestra energía o cuando necesitamos fortalecer nuestra unión con la tierra.

‍Gracias ❤ Por esta nota tan hermosa, por la paciencia y calidez, por conectar personas que amamos a la naturaleza.

Abrazo verde.

Daniela.

Estamos muy felices de haber conectado con este hermoso tema y esta hermosa persona, cada encuentro es un aprendizaje.

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Gratitud #soycervus #blogcervus ✨

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