Continuamos con la segunda parte de nuestra entrevista con Mar Antenuchi 🌱
¿Consideras que lo espiritual va ligado al veganismo? Me refiero a ese primer click, esa conexión con un lado más sensible, independientemente de la religión.
— Mirá qué interesante, lo espiritual y la cuestión animal. Creo que se puede pensar en conjunto y también por separado. Yo en lo personal siempre tuve una inquietud por lo espiritual. No tengo religión porque creo que si alguna tuviera la razón es imposible saber cuál. Entonces, por las dudas no me la juego, no elijo, pero, sí creo que existe el alma más allá de la muerte física. También conozco gente que no cree en el alma, que no cree en la realidad espiritual, creen que es lo físico y ya, súper racional. Y también son personas veganas.
Creo que lo esencial -yo lo siento así del veganismo- es que, más allá de las creencias espirituales, hay que centrarse en la sintiencia. Esto de que cada animal no humano tiene un sistema nervioso y está comprobado científicamente que tienen conciencia de sí mismos, del entorno y los vínculos profundos con sus familiares y amigos… Más allá si creemos o no que tengan alma, tienen un valor inherente, que es el valor que tienen por tener intereses, conciencia, sistema nervioso; que esto solo está en las personas de todas las especies.
Yo creo en el alma. Por ejemplo, en la filosofía del budismo, cuando tenía 14 añitos me había puesto a leer, y plantearon esta pregunta: si un insecto quiere vivir ¿por qué matarlo? Entonces, ya desde los 14 años yo no mataba bichos y ya me hacía ruido el tema de los cadáveres animales -aunque en ese momento quedó hasta ahí-. Pero creo que lo espiritual y el veganismo pueden ir de la mano y pueden no ir, según lo que veo en distintas personas.
A mí en lo personal me da paz pensar que los animales que llevan toda su vida sometidos, se van a liberar y van a poder tener otra oportunidad de existir -ojalá que así sea- en otra realidad lejos de seres humanos que los opriman. Ese pensamiento me da paz, pero creo que puede ser independiente la cuestión para cada une. En mi caso hubo una intuición de hacerme vegana, por lo que sentí de la oncóloga. Yo soy medio intuitiva, tomo decisiones por intuición y después veo como lo entiendo y busco información, pero es algo más de mi personalidad.
Participaste en una charla acerca del veganismo en las escuelas, ¿Cómo fue esa experiencia? ¿lo seguirás haciendo?
— Sí, surgió la oportunidad. Sabían que soy vegana y me permitieron dar una charla en una escuela para niñes de 10 años. Me encantaría seguir haciéndolo, si me dicen y podemos coordinar tiempo, yo encantada voy.
Me encantaría dedicarme a eso, porque en una o dos horas hablás con 20 a 30 personitas que están totalmente dispuestas a escuchar y querer ayudar a los animales, sin excusas, a diferencia de algunas personas adultas. Enseguida toman partido por los animales.
¿Cómo fue? pues la verdad que estuvo bueno, mostré un vídeo de 5 minutos. A diferencia de los del cubo de la verdad, no mostraba el momento específico de asesinato, sino que eran otros momentos: como corre una vaca madre cuando se llevan a su ternero para asesinarlo -porque es macho y es el desecho de la producción láctea-, cómo sacan a los peces del agua y luchan por su vida asfixiándose, como obligan un caballo a hacer cosas que no quiere, o en cierran un mono angustiándolo, etc. Son imágenes sin llegar a momentos, pero sí creo que todo el mundo puede verlo. En la calle se acercan familias con pequeños y ellos, que los ven, son quienes mejor se lo toman. En este caso como no estaban los padres o madres presentes, para evitar problemas y reclamos, llevé un vídeo más tibio, que igual se veía y se entendía todo.
Después les conté un poco lo que pasó en el vídeo, con una canción que predisponía sensibilizarse, y les conté sobre el concepto de especismo, que es valorar menos a alguien por ser de una especie no humana. Les conté que no era necesario usar a los demás animales, ni siquiera para alimentación -aunque haya nutricionistas que digan que sí, ya hay un posgrado basado en plantas- Les conté que se podía llegar a comparar con otras injusticias, de otra época, como la esclavitud de personas, por ejemplo, por cuestiones de raza. Obligar a alguien a algo y reducirlo a una cosa que se compraba, se vendía y se usaba; solo porque era distinto a algo que se suponía que era superior… La verdad que salieron reflexiones muy interesantes.
Todos los chiques de ahí estaban totalmente de acuerdo con todo. Yo obviamente contaba cómo es desde la perspectiva vegana: les dije que era desde el respeto absoluto no participar de nada que use animales, no comprar, no consumir, y estaban de acuerdo. Cada une aportaba sus vivencias. Algunes habían dicho que habían querido dejar de comer cadáveres -qué es lo que intuitivamente muchos niñes dicen- pero no piensan en lo que implica para los animales los lácteos o huevos, porque no hay mucha información, pero para ser niñes de 10 años, la intención es muy buena.
Así que estuvo buenísimo porque se fueron sabiendo que se podía vivir una vida de respeto por los demás animales y que eso realmente implicaba que algún día deje de pasar esta injusticia, cuando la gente deje de participar.
¿Crees que es necesario, en un futuro cercano, una transición a un “veganismo más conectado con lo ancestral”? Es decir, un veganismo desligado de los ultraprocesados y agroquímicos, de consumo local y más natural ¿O lo ves como irrelevante o menos importante?
— Buena pregunta, creo que es muy personal. Yo te digo mi perspectiva -obviamente hay distintas personas que piensan el veganismo en mayor o menor relación con otras causas- pero en lo personal, me considero vegana en el sentido de una postura ética, que busca respeto y liberación animal total, y activista por esta liberación de cada individuo de cada especie; entonces, en lo personal, yo considero al veganismo como una causa para practicar, activar y difundirla con peso por sí sola. Entiendo que hay muchas otras personas, dentro de lo que son les veganes, que consideran que tiene que reclamarse por los animales y además por el medio ambiente, y otras que piensan que también hay que pedir por una alimentación más saludable, o sea, fomentar la liberación animal, la salud humana y el medio ambiente. Porque sin un mundo no tienen dónde vivir los demás animales.
Obviamente estoy a favor de todas esas causas, solo que las pienso por separado. O sea respetar a los demás animales trae aparejado que realmente se cuida el medio ambiente, se ahorre un montón de agua, se cuiden las superficies -porque no se prenderían fuego para prepararlas para cultivos-, y muchas más cosas. Pero yo creo que cada animal tiene como individuo un valor, que por sí solo merece respeto, libertad y vida; entonces, de alguna manera, yo en lo personal -insisto, por mi historia, mi sensibilidad y demás- solo reclamaría por la liberación animal aisladamente.
Después, si una persona quiere un producto basado en plantas,agroecológico, natural, mejor para la salud y para el medio ambiente, o, industrializado, poco saludable y capitalista; bueno, en principio al menos está sacando su voto y su demanda del holocausto animal. Obviamente, todo lo que sea para bien, siempre va a estar bueno.
Pero, así como por ejemplo, en una marcha por femicidios las personas no pedimos por el respeto a la mujer -porque no vale menos que un varóncis- y pedimos al mismo tiempo que se cuide el agua o el medio ambiente o la salud alimenticia. Cuando reclamamos por las personas de otra especie, creo que tampoco me sentiría bien mezclándolo. Si no sonaría algo así como: no acuchillen a una vaca ni la hagan temblar de miedo, porque además gasta mucha agua regar su comida y el agua la necesita el ser humano para el medio ambiente, o, no lo hagan porque no es saludable comer cadáveres de animales, porque aumenta la probabilidad de cánceres, etc.
Y para mí, es como: ¿realmente para ese animal, temblando de miedo, importa si para su opresor es saludable o no comer su cadáver? Creo que el respeto a cada animal no humano tiene su peso por sí mismo. Entiendo que hay un montón de otros enfoques, cada cual lo mira desde su realidad y los respeto. A mí me suena plena de sentido esta forma de hacerlo. Yo pienso en mi gata -que es por quien entré en esto- y no podría pedir que la respeten porque además hay beneficios para el ser humano para la salud, para el planeta; que son tan buenísimos e importantes, pero creo que van por otro lado.
¿Qué te inspira a seguir? ¿De dónde te sostienes cuándo te venís abajo?
— Quiénes me inspiran… En cuanto a sus palabras y sus acciones, Gary Yourofsky. Ha rescatado animales ilegalmente, ha hecho cerrar una empresa de pieles de nutrias, ha ido preso, y digo, alguien lo dejó todo, su tiempo, su libertad, por difundir y por salvar. O sea, a nivel vegano, activista y rescatista, digo: ¡que inspirador! Cuando necesito miro vídeos de él hablando con la pasión que tiene.
También me inspiran mis compañeres de activismo, que son personas que nunca se olvidan de la realidad de los demás animales, los tienen muy presente, aún si eso les genera algún sufrimiento, nunca se olvidan. Por ejemplo, mis compañeres del cubo de la verdad.
Mis amigues también -que no necesariamente son del ambiente del activismo- sino en lo personal, por cosas que me pasan -como todo ser humano- por angustias o por cuestiones propias de la injusticia de la que somos conscientes. También me ayuda mi familia y mi psicólogo, hace dos años que hago terapia y me ha ayudado como nadie.
La verdad que, si una persona está sufriendo por ser vegano, por lo que sea, que no dude en hacer terapia, porque realmente es espectacular. Es el lugar para sostenerse y buscar una forma de posicionarse distinta, que tienda menos a castigarse o autocastigarse. Y tratar de aprovechar esta única oportunidad de ser que tenemos, que no implica olvidar a los animales, sino, hacer lo mismo que haríamos, en la lucha pero sin castigarnos tanto.
Así que sí, amistad, familia, compañerismo, mi terapia y difundir. A mi difundir me da mucha paz mental. El activismo en sí mismo también creo que me sostiene. Ir a hablar con personas desconocidas todo el tiempo, de lo que les pasa a los demás animales, eso lo creo importante para ellos, y la verdad que a mí también me sostiene con vida, digamos, es mi oxígeno.
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